Querida Ana, esta noche/madrugada cayó por aquí una tormenta, perdona la expresión, “do c…”, rayos, truenos y agua sin fin; al lado de la Avenida 23 de Mayo, el ruido de la lluvia conseguía apagar el estruendo permanente del tráfico; un “toró” que dicen en algunas regiones del país. Pensé mucho en tí y, menos alegre y gracioso, un poco en la situación del país.
No sé muy bien, sin embargo, por dónde empezar para explicarte un poco la situación que vive Brasil en estos días, ya desde hace tres meses que iniciara la que pasará a la historia como la crisis del “mensalão” (algo así como sueldazo mensual). En realidad, hay dos temas diferentes, aunque mezclados. El primero, el “mensalão” en rigor, que es el del eventual pagamiento a diputados, aliados por cierto, para que votasen a favor de las propuestas del gobierno; el segundo, financiación ilegal de campañas electorales.