Más allá del excepcional fenómeno climático y de la catástrofe humana que provocó, el huracán Katrina tendrá graves consecuencias políticas. Al poner bruscamente al desnudo la ausencia de Estado en Estados Unidos, Katrina reveló la verdadera política de la administración Bush: privatización del Estado, nepotismo, desvío de medios públicos para ponerlos al servicio de las compañías petroleras. Para Thierry Meyssan, el huracán, no la guerra, será el catalizador de las tensiones internas en Estados Unidos.