La ONG francesa Reporteros Sin Fronteras, consagrada a la defensa de la libertad de la prensa, es hoy objeto de polémica. Para algunos, constituiría un vector eficaz de libertad en el mundo, para otros –entre los que nos encontramos– se ha convertido en correa de transmisión del Departamento de Estado y manipula una causa al servicio de la estrategia de Estados Unidos. Salim Lamrani, investigador de la universidad de la Sorbona, analiza detalladamente acusaciones y respuestas y devela el alcance de la superchería.