Berlín.- Una nueva y peligrosa división en el seno de la OTAN entre Alemania y Estados Unidos comenzó a nacer ayer en Berlín, cuando el gobierno germano, apoyado por París y Ankara, se opuso a los planes militares de Washington, que desea involucrar a la Fuerza de Asistencia a la Seguridad de Afganistán (ISAF) que dirige la OTAN, en operaciones de combate antiterrorista en ese país.