Hace alrededor de un mes que este país vivía la amenaza de una postergación electoral, las elecciones generales del 4 de diciembre estaban en vilo. Hoy, hace apenas una hora, los partidos políticos bolivianos representados en el Congreso Nacional no han llegado a un acuerdo que autorice la realización de los comicios en Bolivia como estaba previsto... las presiones de la derecha (ubicada en Santa Cruz básicamente), para conseguir más asientos en el nuevo parlamento, han logrado su propósito fundamental... el clima es de incertidumbre general. La historia aquí:
Cuando el departamento de Santa Cruz solicitó cuatro nuevas circunscripciones para tener cuatro diputados más en el próximo Congreso Nacional, la clase política boliviana puso el grito en el cielo (desde Evo Morales hasta el neoliberal expresidente Jorge "Tuto" Quiroga): la reformulación del mapa electoral en este país podía retrasar la realización de las elecciones. A fines del mes pasado, los cruceños insistieron sin embargo en su demanda, planteando un recurso ante el Tribunal Constitucional, que les fue favorable.
Bajo este evento, el Congreso se vio obligado a sesionar y discutir diversas propuestas de ley para redistribuir la representación en los nueve departamentos de Bolivia. Pero un mes después, luego de debates, amenazas y acusaciones cruzadas, no hubo acuerdo. De hecho, hoy se vencía el plazo fatal para tomar decisiones, modificar las leyes necesarias y autorizar a la Corte Nacional Electoral... y nada, nadie hizo absolutamente nada para llegar a un acuerdo: durante toda la semana los parlamentarios de las diversas regionales se fueron retirando de las sesiones...