El sangriento crimen de Barbados no debe quedar impune
Nadine Gordimer, Salim Lamrani, Noam Chomsky, José Saramago, Rigoberta Menchú y Adolfo P. Esquivel
Rebelión
Hace exactamente treinta años, el 6 de octubre de 1976, se perpetró un horrendo crimen contra 73 inocentes que perdieron la vida en la explosión del avión de Cubana de Aviación en Barbados.
El autor de este sangriento acto terrorista es el notorio criminal y antiguo agente de la CIA Luis Posada Carriles, responsable también de innumerables actos criminales. Él mismo confesó sus crímenes en su autobiografía Los caminos del guerrero.
Los documentos oficiales del FBI y la CIA, desclasificados en mayo y junio de 2005, confirman la culpabilidad de Luis Posada Carriles.
Arrestado y condenado en Venezuela por este incalificable acto, Luis Posada Carriles se escapó de prisión en 1985, gracias al apoyo de la extrema derecha de origen cubano de Florida.
Actualmente, Luis Posada Carriles se encuentra en detención preventiva en Texas desde abril de 2005, por entrada ilegal en el territorio de Estados Unidos.
Venezuela exige su extradición, pero Washington se niega a proceder al traslado de Luis Posada Carriles, violando así al menos tres tratados de la lucha antiterrorista.
Nosotros, firmantes de esta declaración, exigimos del gobierno de Estados Unidos que juzgue a Luis Posada Carriles por los 73 asesinados cometidos el 6 de octubre de 1976 o que lo extradite a Venezuela. No podemos aceptar el doble rasero en la lucha contra el terrorismo. Todos los culpables deben pagar por sus crímenes y Estados Unidos tiene la oportunidad de mostrar ante los ojos del mundo que es consecuente en su lucha contra el terrorismo.