Primero quiero saludar al Foro Social Mundial y a todos los compañeros y compañeras, hermanos y hermanas que participan para seguir dando línea programática, política e ideológica, para cambiar el mundo finalmente, este mundo de injusticias, de desigualdades. Los foros, los eventos internacionales, mundiales, siempre nos orientan a los líderes sindicales, y ahora -porqué no decir- a los presidentes. Espero que de este Foro salgan propuestas que permitan cambiar y aseverar cómo terminar con el modelo neoliberal que ha hecho mucho daño en mi país, Bolivia, como también en América latina y con seguridad en otros países del mundo.
Yo creo que en el mundo hay dos líneas: gobiernos, presidentes, que apuestan por la vida y hay presidentes y gobiernos que, con sus políticas, apuestan para acabar con vidas. En menos de un año de Presidente, yo he encontrado dos pueblos, dos gobiernos o dos programas, si somos más claros, unos gobiernos mandan tropas para salvar vidas y otros gobiernos mandan tropas para acabar con vidas. Esa es la profunda diferencia, unos están para buscar cierta hegemonía, otros para salvar vidas en el marco de la solidaridad, de la reciprocidad. Entonces, ¿a cual nos sumamos? Yo digo a los gobiernos de presidentes, comandantes, que salvan vidas, solidaria, incondicionalmente. Otros, en una cuestión de hegemonía, siguen pensado en cómo dominar el mundo con costos de vidas, irrespetando a los derechos humanos.
Por tanto aquí hay que pensar en la vida, hay que pensar en la humanidad, hay que pensar en cómo salvar a la humanidad, y eso es salvando al planeta Tierra; desde el movimiento indígena es un aporte importante cómo vivir en armonía con el planeta Tierra, como decimos en Bolivia, con la Pacha Mama, la madre tierra. Me alegra mucho que vayan creciendo movimientos ecologistas, movimientos llamados verdes, movimientos por la humanidad, movimientos humanistas. Todos debemos juntarnos en todo el mundo para salvar a la humanidad salvando al planeta Tierra, acabando con cualquier política militarista, intervencionista, soberbia. Pensar en dominar, bajo la militarización, no es la vía correcta sino es una forma mas bien de seguir atentando contra la vida, por tanto, contra los derechos humanos.
Por un momento había pensado que nuestros líderes sindicales, sociales, planteaban en la región que aprendieran inglés para ir a compartir experiencias de lucha en África. No se puede entender cómo en algunos países de África tengan tanta riqueza pero con más pobreza que en Bolivia, que Bolivia tiene tanta riqueza pero también tanta pobreza. Lamentablemente los recursos naturales están tan destruidos, que para recuperarlos es necesario prepararnos como pueblos, en base a la conciencia, a la conscientización, que los pueblos planteen la recuperación de sus recursos naturales para cambiar la situación social en los países del Sur.
Esta relación de Sur a Sur no solo es importante en acuerdos y contactos entre presidentes y gobiernos, sino entre los pueblos, lo que hay que gestar son esos encuentros, porque a mí me preocupa que en algunos países de África, los excluidos, los marginados, los discriminados, asuman la conducción del país, tal vez se liberen como seres humanos pero no están pensando en la liberación de los recursos naturales y mientras no liberemos los recursos naturales, no habrán cambios. Tal vez algunos grupos oligárquicos digan: bueno, pobrecitos, negros, indígenas, ya están en el gobierno; sí, gobernamos, pero si no afectamos los intereses económicos nos van a apoyar mas bien; si de lo que se trata es de liberar, de nacionalizar los recursos naturales.
Me parece importante este encuentro, las alianzas Sur Sur pero desde los pueblos fundamentalmente. Bien, siento que tenemos unos vacíos, en Latinoamérica, en Suramérica, somos campeones para expulsar presidentes, siento que ahora en estos países no hay esta situación y la tarea es cómo crear mayor conciencia para que juntos podamos luchar. Yo resaltaría un acuerdo Sur Sur, del Medio Oriente, África, África del Sur, con Sur América o Latinoamérica, para que sea una base para frenar la soberbia del imperio.