Sunday, March 11, 2007

En el día Internacional de la Mujer, La Fortaleza de la Mujer del SUR (8 de Marzo)

CMI Cochabamba 08 Mar 2007 22:54 GMT

La Fortaleza de la Mujer del SUR - 7.2M


Warmi (Mujer)


En las primeras décadas del siglo XX, las celebraciones del 8 de marzo se enmarcan en el contexto de una creciente actividad de los partidos de izquierda y el auge del movimiento sindical. Sólo a partir de la aparición de las corrientes feministas en los años setenta, esta fecha adquiere un nuevo significado que no solo esta asociado al trabajo laboral de las mujeres. Sin embargo la lucha del feminismo europeo de los 70s, conformado principalmente por mujeres de clase media y de clase media alta, demandaba igualdad de oportunidades y eso las sacaba del hogar para convertirse en filosofas, escritoras, científicas, artistas, profesionales al igual que sus maridos. En cambio es otra la realidad que vino para las mujeres del sur, donde muchas están obligadas a salir a trabajar con horarios de más de 10 o 12 horas y con multiplicidad de tareas. Dentro estas tareas si hablamos del trabajo domestico, para muchas mujeres del sur esta labor continua en condiciones muy desiguales.
Estas desigualdades que generan opresión se van reproduciendo por medio de una estructura jerárquica donde simbólicamente el primer opresor es el hombre blanco de clase alta como estereotipo de hombre en la sociedad quien genera opresión respecto a otra mujer blanca también de clase alta que se rige con los patrones de belleza como estereotipo de mujer en la sociedad. Esta mujer al mismo tiempo genera opresión respecto a un hombre moreno de clase media, baja o pobre del sur que no se rige a los patrones según los estereotipos de la sociedad, pero este hombre dentro la estructura de represión reprime también a su compañera, una mujer pobre, indígena, siendo ella la ultima en la escala de represión además triplemente discriminada por ser mujer, pobre e indígena. Por su puesto dentro este análisis el color ya no es un indicativo en la escala de represión pero la condición económica y de poder en el contexto político si.

Esto refleja dentro de estas opresiones que se dan en todos los estratos sociales, la mujer en el sur es quien mas resiste con una infinidad de tareas pero además realizando las tareas domésticas.

A continuación describimos pedazos del cotidiano vivir de algunas mujeres en Bolivia:

Maura Salvatierra de 38 años de edad, una mujer casada que actualmente tiene dos hij@s estudiando en la universidad, trabaja en el comedor del mercado vendiendo comida. Describiendo un día cotidiano para ella, empieza su trabajo levantándose cada día a las cuatro de la mañana para recibir agua en el mercado, hacer hervir los caldos, papas, arroz, limpiar las mesas, ordenar las sillas. Luego junto a su esposo se va al mercado de verduras para realizar las compras necesarias para la venta del día, recogen a sus hijos para despacharlos a la universidad, vuelve al mercado para rebanar la carne y se queda vendiendo hasta las 4 de la tarde. Después vuelve a su casa y cocina algo para la cena. Al final de la tarde realiza algunos quehaceres de la casa y finalmente se ducha para dormir.

Maura luego de contarnos gran parte de su cotidiano vivir nos comento que con este negocio no es posible asistir a invitaciones, otras salidas, etc. debido a su trabajo en el que emplea todos los días de la semana de lunes a domingo y todos los meses del año de enero a diciembre incluyendo los feriados.

Y su trabajo no termina cuando llega a la casa, ya que su esposo trabaja como chofer de un auto y llega muy tarde en la noche por lo que Maura tiene que realizar también los quehaceres de la casa.

Cuando le preguntamos que opinaba sobre el día internacional de la mujer, ella comento:

“Es bueno que haya ese día para recordar porque todo el mundo trabaja y todos tienen que reconocer que las mujeres trabajan mas dentro o fuera del hogar”.

Al final de su conversación aconsejo: “A todas las señoritas, que un día serán mamas, prepárense!”.

Sara Flores de 40 años, otra mujer casada con dos hijos, trabaja también en el mercado pero vendiendo cosméticos, nos comenta acerca de su cotidiano vivir:

Sara se levanta de la cama a las cinco de la mañana para realizar los quehaceres de la casa para luego ir a su trabajo a las 8 de la mañana. Otros días se levanta a las cuatro de la mañana para cocinar y preparar la comida para su hijo que se encuentra en la premilitar (Servicio militar). En su trabajo se dedica a vender cosméticos y artículos de aseó personal y se queda vendiendo hasta las 8:30 o 9 de la noche. Al volver a su casa asea su cocina antes de dormir. Sara se dedica a realizar esta labor durante 15 años, de lunes a domingo y con énfasis nos comenta: “Tienes que trabajar para comer todos los días porque sino no hay…”

¿Que opina sobre el día internacional de la mujer?
“Esta fecha yo casi no la recuerdo porque nunca ni descanso, ni hay un festejo, mas se recuerda el día de la madre y el día de la mujer nacional”
Sara continúa trabajando aun en el día de la madre ya que este día puede vender más productos…

¿Qué mensaje daría a otras mujeres jóvenes?
“Que estudien, que tengan una profesión porque cuando uno es profesional por lo menos tiene sábado y domingo para estar con su familia… ”

Alicia (vestimenta tipica de mujeres del altiplano-paceña) de 35 años nacida en la comunidad de Curawara de Carangas ubicada en la ciudad de Oruro, es soltera y vive sola con su hija de 17 años. Desde hace dos años se dedica a vender batidos de huevo con maltín (un refrigerio). Y cada día se levanta a las 5 de la mañana para preparar el desayuno y cocinar para su hija que se encuentra estudiando en la secundaria. Alicia mantiene su familia compuesta por ella y su hija además de correr con los gastos de los estudios de su hija y al igual que muchas mujeres trabaja de 8 de la mañana a 8 de la noche. Sus comentarios luego de hacerle algunas preguntas:

¿Y este negocio es suficiente para vivir?
“No, casi no. A veces vendo, a veces no, por eso también voy a lavar ropa.”

¿Qué mensaje le daría a su hija?
“Que estudie, no quisiera que mi hija venda como yo en la calles..”

En Bolivia al igual que en muchos países del Sur las mujeres aun trabajan durante 12 o mas horas al día, y su trabajo no es reconocido.

Revisando un poco la historia, muchas mujeres en todas partes del mundo se rebelaron frente a esta realidad, en Bolivia también se rebelaron nuestras tatarabuelas indígenas, abuelas, etc. ya en los años 30, 40 organizándose de manera autónoma para reclamar sus derechos. Durante estos años, las mujeres comerciantes de los mercados, las culinarias, las floristas lucharon no solo por mejores condiciones de trabajo sino que resistieron y resisten a las transformaciones culturales que vinieron con estructuras coloniales discriminadoras y excluyentes.

Luego la generación de los 70s y 80s rompió con todo lo que las abuelas, tatarabuelas habían desarrollado en los 30.

“Nuestras abuelas en las épocas de dictadura permanecieron en sus casas o en el mejor de los casos se metieron en los partidos de izquierda, donde como mujeres fueron botín sexual de los caudillos y destinadas a las tareas domésticas como servir café, hacer panfletos, cocer los carteles y otros servilismos, pero en la toma de decisiones y de posiciones políticas, ni que hablar”. (Julieta Paredes - Feminismo, género y Religión en Bolivia)

Históricamente las tareas domesticas fueron relegadas a las mujeres en un 90%, trabajo que requiere de muchas horas al día y años de nuestra vida; es así que actualmente el trabajo domestico es el menos reconocido por la sociedad pero la sociedad vive de el. Son tantos los saberes que están incluidos en este trabajo, saberes que tienen que ver con la economía, la salud, la higiene, con la felicidad de los integrantes de la familia.

Sabemos que para que funcione la sociedad se requiere que tod@s lleguen a tiempo a sus trabajos, limpios y alimentados, como un fabril a la fábrica, un minero a las minas, un policía al cuartel, un empleado publico a su oficina, un juez, un recolector de basura, etc. Entonces como se beneficia la sociedad a través del estado?

Primeramente es el Estado Patriarcal quien se beneficia de este trabajo ya que a través de esta labor el Estado logra un orden social en todas sus dimensiones. Y así como muchos hombres deben llegar en hora a sus respectivos trabajos, también llegan a horario muchas mujeres que trabajan en el mundo laboral que aunque no este igualmente reconocido, es reconocido finalmente. Es aquí donde ocurre que las mujeres que pertenecen a una clase trabajadora deben realizar dos trabajos el trabajo de plusvalía pero reconocido aunque menos y el trabajo de sub plusvalía que es el trabajo del hogar y no se paga. (Genoveva Ferrari, Revista De Boca en Boca).

Como decía la obrera textil Jorgelina Martínez, “Las mujeres no sólo queremos dar la vida, queremos cambiarla” y para muchas mujeres realizar solo tareas domesticas para atender a los miembros de la familia, renunciando a tantas cosas en la vida tiene un precio muy alto.

Las mujeres en Bolivia somos diversas como en todo el mundo y por eso además de exigir que se reconozca el trabajo doméstico no queremos que se nos aplique ningún patrón de belleza, ni que se compre nuestro cuerpo, no queremos ser excluidas por ser bajas, altas, flacas, gordas, morenas, blancas o por nuestro origen étnico o racial. Somos estudiantes, asalariadas, amas de casa, universitarias, trabajadoras domésticas, comerciantes y muchas más cosas, pero ante todo somos personas. ¡no queremos la exclusión!

Estamos acostumbradas a las flores y la retórica que adornan este día.
Manifestación callejera en Polonia
“Más derechos, menos flores”. (Dra. Marta Paz)

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