Pero no cedió. Su pasión era cambiar este mundo y estaba convencido de que eso sólo podría suceder si había un gran cambio en su propio país. En aquel entonces, USA estaba empantanado en Vietnam y, en otra de sus canciones, describió lo que motivaba su deseo de un cambio positivo. Cantó lo siguiente: Llámalo paz o llámalo traición, llámalo amor o llámalo razón. Pero no marcaré el paso nunca más.
A menudo se dice que la fuerza de una canción o de un poema es su capacidad de mantener su relevancia con el paso del tiempo. No hay nada en esta canción que no fuese cierto en 1966. No hay nada en ella que hoy haya perdido su vigencia. En realidad, la mayor parte de las canciones de Ochs mantienen su actualidad: la lucha continúa.
Polis del mundo [1]
Fuera de mi camino, muchachos
Rápido, fuera de mi camino
Cuidado con lo que decís, muchachos
Cuidado con lo que decís
Hemos llegado a vuestro puerto y anclado en vuestro muelle
Nuestras pistolas están hambrientas y tenemos poca paciencia
Así que traed a vuestras hijas al fuerte
Porque somos los polis del mundo, muchachos
Somos los polis del mundo
No nos andamos con remilgos, muchachos
No nos andamos con remilgos
Más vale que os pongáis de rodillas, muchachos
Más vale que os pongáis de rodillas
Estamos calientes y con ganas de follar
Y no nos importa si sois amarillos o negros
Quitaos la ropa y venid a la cama
Porque somos los maderos del mundo, muchachos
Somos los maderos del mundo
Hay que lustrar nuestras botas, muchachos
Hay que lustrar nuestras botas
Pero nuestra Coca-Cola es buena, muchachos
Nuestra Coca-Cola es buena
Tenemos que proteger a nuestros ciudadanos
Así que enviaremos allá un batallón por cada uno que se atreva
Y tal vez nos iremos en un par de años
Porque somos los pacos del mundo, muchachos
Somos los pacos del mundo
Y echaremos a los rojos en una pila, muchachos
Echaremos a los rojos en una pila
Más vale que os traguéis esa sonrisa, muchachos
Más vale que os traguéis esa sonrisa
Escupiremos por las calles de las ciudades que arrasamos
Y os buscaremos un líder que no podréis elegir
Esos tratados que firmamos eran un grano en el culo
Porque somos los tiras del mundo, muchachos
Somos los tiras del mundo
Y limpiad los retretes con un guiñapo, muchachos
Limpiad los retretes con un guiñapo
Si queréis, usad vuestra bandera, muchachos
Si queréis, usad vuestra bandera
Tenemos tanto dinero que buscamos juguetes
Y los fusiles son fusiles y los muchachos, muchachos
Pero pagaremos gustosos lo que destruimos
Porque somos los cachacos del mundo, muchachos
Somos los cachacos del mundo.
No piséis el pasto, muchachos
No piséis el pasto
Os patearemos el culo, muchachos
Os patearemos el culo
Echaremos abajo vuestras puertas, ¿para qué llamar?
Ya lo hicimos antes, de qué os sorprendéis
Somos los pibes más grandes y más fuertes del barrio
Y somos los canas del mundo, muchachos
Somos los canas del mundo.
Y después de masacrar a vuestros hijos, muchachos
Después de masacrar a vuestros hijos
Os daremos un chicle, muchachos
Os daremos un chicle
Somos dueños de medio mundo, oh say can you see [2]
Y nuestros beneficios se llaman democracia
Así que, os guste o no, tendréis que ser libres
Porque somos los polis del mundo, muchachos
Somos los polis del mundo.
Notas
[1]. Según en qué país hispano te encuentres, a los policías se los llama polis, maderos, pacos, tiras, cachacos o canas entre otros muchos nombres despectivos.
Nota del traductor
[2]. Oh say can you see son las palabras iniciales de la letra del Himno nacional de USA. El lector que desee escuchar la controvertida versión de José Feliciano puede visitar el siguiente URL: www.josefeliciano.com/downloads/starspangledbanner.mp3
Texto original: www.axisoflogic.com/artman/publish/printer_20579.shtml
Germán Leyens y Manuel Talens son miembros de Rebelión y de Tlaxcala, la red de traductores por la diversidad lingüística (transtlaxcala@yahoo.com). Esta traducción es copyleft