Bolivia tras nacionalización de hidrocarburos
LA PAZ, 2 may (PL). Bolivia parece entrar hoy en una nueva etapa de su historia, con sus campos petroleros, gasoductos, refinerías y hasta gasolineras bajo control militar y todavía estremecida por la nacionalización de los hidrocarburos.
La toma de las instalaciones explotadas por las transnacionales fue ordenada por el presidente Evo Morales, ante posibles sabotajes, al firmar ayer el decreto de nacionalización, abriendo una intensa jornada de júbilo patriótico masivo.
El mandatario llamó anoche a las transnacionales petroleras a acatar la nacionalización de los hidrocarburos, y dijo a las empresas que amenazan con dejar de invertir en Bolivia, "que se vayan".
Agregó que las compañías serán bienvenidas si aceptan someterse a la voluntad soberana del pueblo y subordinarse a las leyes y la Constitución de Bolivia y al decreto de nacionalización.
La medida eleva de 50 a 82 por ciento la participación boliviana en el valor de la producción de los principales pozos productores de gas, y obliga a las empresas a entregar toda su producción al Estado, que controlará su producción, comercialización e industrialización.
También recupera el manejo estatal de cinco empresas privatizadas dos productoras, una de ductos, una de refinerías y una de logística mediante la asignación o expropiación de acciones para que la empresa Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) tenga la mayoría accionaria.
Morales admitió que las empresas que han invertido tienen derecho a recuperar sus capitales, pero si no aceptan las nuevas reglas, "mejor que se vayan".
Al subrayar que la medida es apenas el comienzo, adelantó que se proyecta poner en marcha a fines de mayo programas de industrialzación del gas en territorio boliviano.
Prometió también que a la nacionalización de los hidrocarburos se sumará la de la minería, los recursos forestales y todas las riquezas nacionales.
Agregó que está en preparación un paquete de decretos para solucionar el problema de la tierra, planteado por grandes latifundistas que retienen ilegalmente parcelas que los campesinos pobres reclaman para trabajar.
Apuntó que la medida responde a la voluntad del pueblo que votó por él mayoritariamente en diciembre pasado.
El jefe de Estado llamó a la unidad nacional en defensa de la nacionalización, frente a previsibles conspiraciones de algunas transnacionales petroleras.