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Si el poeta eres tú, como dijo el poeta, y el que ha tumbado estrellas en mil noches de lluvias coloridas eres tú, qué tengo yo que hablarte, Comandante. Si el que asomó al futuro su perfil y lo estrenó con voces de fusil fuiste tú, guerrero para siempre, tiempo eterno, qué puedo yo cantarte, Comandante. (Pablo Milanés).Estás en todas partes. En el indio hecho de sueño y cobre. Y en el negro revuelto en espumosa muchedumbre, y en el ser petrolero y salitrero, y en el terrible desamparo de la banana, y en la gran pampa de las pieles y en el azúcar y en la sal y en los cafetos, tú, móvil estatua de tu sangre como te derribaron, vivo, como no te querían, Che Comandante, amigo.
Cuba te sabe de memoria. Rostro de barbas que clarean. Y marfil y aceituna en la piel de santo joven. Firme la voz que ordena sin mandar, que manda compañera, ordena amiga, tierna y dura de jefe camarada. Te vemos cada día y puro como un niño o como un hombre puro, Che Comandante, amigo.