Friday, November 11, 2005

Cuando «Eye Spy» demuestra que la policía británica mata indiscriminadamente

La revista mensual anglosajona de «espionaje» Eye Spy, defensora de tesis que se pueden calificar como de extrema derecha, dedicó en su número de octubre de 2005 un espacio especial al asesinato de Jean-Charles de Menezes, ocurrido en el metro londinense el 22 de julio de 2005. Aunque no había mostrado el menor comportamiento sospechoso, el electricista de 27 años fue abatido a quemarropa por varios tiros en la cabeza por parte de agentes, cuyos nombres se han mantenido en secreto, cuando acababa de sentarse en un vagón. Después de haber montado, para justificar el error, un complicado guión en el que Menezes llevaba puesto un abrigo anormalmente grueso para aquella época del año y se había comportado de manera extraña, Scotland Yard se vio obligada a reconocer su propia culpa, aunque sin aclarar completamente los hechos ni castigar a los culpables.

Eye Spy, que se jacta de contar con fuentes privilegiadas dentro de los servicios especiales de Su Majestad, se dio entonces a la tarea de revelar a sus lectores las circunstancias del drama. En un primer trabajo, el lector se entera de que el teléfono celular de Hussain Osman, uno de los supuestos autores de los atentados frustrados el 21 de julio, había sido rastreado desde Londres hasta Italia, donde Osman fue finalmente arrestado el 26 de julio gracias a los esfuerzos conjuntos de la NSA estadounidense (sic) y del GCHQ (servicios británicos).

La segunda parte, la que tiene que ver con Menezes, termina por revelarnos que, después de numerosas piruetas e imágenes de cámaras de vigilancia, Menezes fue confundido al parecer, según «fuentes extremadamente fiables», con Hussain Osman ya que su «apariencia y complexión son similares». El artículo prosigue afirmando que solamente al sentarse cerca de la víctima los servicios de vigilancia se dieron cuenta de que no se trataba de Osman, ¡pero fue demasiado tarde porque el otro grupo ya venía a matarlo! Además del método, que no parece molestar a Eye Spy, ¿cuántos hombres en el mismo barrio estuvieron aquel día en peligro de ser abatidos a quemarropa por policías incapaces de distinguir la diferencia entre un negro y un blanco?