En principio, la convocatoria a la Cumbre era para la creación de trabajo y así combatir la pobreza, el hambre, el fortalecimiento de las democracias en el Continente y proteger el medio ambiente. Pero como buenos tahúres, el imperio sacó su As, -pobre As por cierto- por medio de sus serviles lacayos quienes con denuedo y efervescencia colocaron sobre la mesa la discusión sobre el proyecto ALCA, qué, aunque no estando en Agenda apareció como centro de las discusiones, para ello, salieron las marionetas, orquestadas y entusiastas, adiestradas para la pantomima.
De los 34 países convocados (con la excepción de Cuba) sólo cinco iniciaron una muy importante alianza e impidieron la imposición que el país más poderoso de la tierra quiso someter bajo la mayor presión su fórmula avasalladora y hambreadora, objetando que no están dadas las condiciones para aceptar tales propuestas. Por todos es conocido que el imperio del norte está urgido de nuevos mercados ante la crisis que está sufriendo, con déficit en las balanzas fiscal y comercial y con un dólar que día a día va en caída libre así como las erogaciones billonarias que ha generado la invasión a Iraq, guerra que de seguir así, resultará ser más larga, triste y onerosa que la Guerra de los Cien Años o la Guerra de las Dos Rosas.
Finalmente y como siempre evocando las palabras del Genio de América quien decía UNIDAD, UNIDAD, UNIDAD O LA ANARQUÍA NOS DEVORARÁ...
¡HUGO PARA TODOS Y TODOS PARA HUGO!
¡LA BARRICADA SÓLO TIENE DOS LADOS.!
¡LA BARRICADA SÓLO TIENE DOS LADOS.!